Referentes del sector analizaron la producción, oferta y demanda local de la oleaginosa y como es el panorama para la próxima campaña.
Durante el panel “el mercado local y las perspectivas internacionales en un contexto complejo” del Seminario Acsoja 2024, la economista y jefa del departamento de estudios económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Emilce Terré y el economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), Gonzalo Agusto, analizaron la producción, oferta y demanda local de la oleaginosa, considerando que Argentina es un país netamente exportador de granos y subproductos de soja, como harina y aceite.
Terré explicó que “tras la reciente baja, los precios en dólares se estabilizaron o intentaron una tímida recuperación, pero aún estamos en los niveles más bajos desde el 2020”. Y mostró que el poder de compra de la soja en pesos constantes está en los mínimos desde el año 2018. “La caída no se ha detenido y estamos nuevamente con un poder de compra muy erosionado respecto a lo que vimos en los últimos años”.
Con casi 28 millones de toneladas compradas en la campaña actual y en línea con el promedio de los últimos cinco años, las ventas avanzan de manera habitual, “es decir que las ventas están en línea con lo que es normal a esta altura del año”, dijo Terré. Sin embargo, advirtió que los bajos precios generaron un menor ingreso en dólares para el agro y que afecta a toda la cadena.
Por otra parte, la analista de la BCR destacó el aumento de la importación de soja para el proceso de crushing, donde hasta agosto se compraron 3,7 millones de toneladas, siendo el segundo mayor registro en los últimos años. De esta manera, las exportaciones del complejo soja rondan los 4,5 millones de toneladas de poroto, las de harina suman 16,6 millones y 3 millones las de aceite, “esta suma es alrededor del 66% de las exportaciones que estimamos para toda la campaña”.
En cuanto a la producción, la economista detalló que la soja se expandiría a 17,7 millones de hectáreas, logrando ser la superficie sembrada más alta desde la campaña 2017-2018. “Con un rinde promedio nacional de 30 quintales por hectárea, la producción podría llegar a los 52 o 53 millones de toneladas”.
Por su parte, Gonzalo Agusto, manifestó que este año, por temor a la chicharrita se espera una caída de 900.000 hectáreas de maíz, de las cuales, unas 670.000 irán a soja y “vamos a tener una de las mayores áreas de soja de las últimas 8 o 9 campañas”.
A pesar de ello, la rentabilidad en la provincia para la soja sigue siendo negativa, por los menores precios de los últimos años, el empeoramiento de la relación de insumo producto, y el alto costo de arrendamiento. “La rentabilidad es negativa en gran parte de la provincia de Córdoba y en gran parte del país”, precisó.
“En soja de primera, la rentabilidad promedio da 5% negativa, incluyendo los costos de arrendamiento, pero en el centro y sur de Córdoba nos da mejor el maíz temprano o tardío, y en el norte de la provincia daría mejor soja, pero también muy parejo con los planteos de maíz”, detalló Agusto.