La demanda por la reducción de retenciones y las alternativas que se plantean frente a la normativa europea que obliga a que la soja que ingrese a ese mercado sea «libre de deforestación» marcaron el encuentro.
Los distintos actores de la cadena sojera formaron parte de la 9° edición del Seminario Acsoja, que se desarrolló en la Bolsa de Comercio de Rosario. El evento reunió a dirigentes institucionales, autoridades políticas de la Región Centro, expertos en temas productivos y de comercialización, como así también a empresas del sector.
Rodolfo Rossi, presidente de Acsoja, destacó el repunte del cultivo que cerró la campaña pasada con un millón más de hectáreas y 50 millones de toneladas de producción, a la vez que se enfocó en el importante crecimiento esperado para la próxima siembra, cercano al 10%, marcado por factores externos a la cadena. “Sumada a la mayor siembra de trigo, socio de la soja, podríamos estimar para un año normal, y con mediana aplicación de tecnología, una producción cercana a los 55 millones de toneladas”, dijo el directivo de la entidad.
El directivo, al igual que los representantes de todas las entidades que conforman la Mesa de Enlace que estuvieron en el seminario, cargó contra el impacto negativo de los derechos de exportación en el cultivo. “Seguir produciendo un producto como la soja con el nivel de los derechos de exportación nos coloca ante la imposibilidad de aprovecharlo y nos reduce la competitividad frente a los países productores exportadores, afectando, fundamentalmente, a vastas regiones del país”, subrayó Rossi.
Para el presidente de Acsoja, esa es “la razón fundamental por la cual no despegamos en las inversiones y aplicación de las tecnologías disponibles, que repercutirían positivamente en el aumento de la superficie agrícola total y de los rendimientos unitarios, los cuales permanecen estancados a nivel país y que de modificarse permitiría colaborar en aumentar la torta para mejorar la situación económica tan castigada de la población”.
Asimismo, Rossi se pronunció acerca del reglamento de la UE 1115 sobre no deforestación que, a partir del 30 de diciembre del 2024, obligará a cumplir con nuevos estándares. “Reconocemos en este punto que la harina de soja, es el principal rubro en exportaciones de la cadena y a nivel país; si bien tiene un mercado atomizado en decenas de países, más de un quinto de las exportaciones van a ese mercado. Europa-27 es más que autosuficiente en cereales, pero solo produce el 8% de sus necesidades en harina de soja”, precisó.
Además, agregó que “nuestro acuerdo en el tema fue concentrar los esfuerzos en peticionar y colaborar con el gobierno de turno, mostrando las dificultades que presenta una regulación que es unilateral, que no respeta las leyes nacionales, que tiene exigencias excesivas, que no reconoce los esfuerzos para mantener y mejorar la sustentabilidad de nuestro sistema productivo entre tantos otros argumentos, y que no ha escuchado los reclamos del país y de los otros países productores, poniendo en riesgo su propio abastecimiento. La agroindustria argentina tiene mucho y bueno para mostrar al mundo, que necesita alimentos, forrajes, productos de la química verde y bioenergías”, sostuvo Rossi.
Vale mencionar que sobre ese tema hay miradas divergentes entre entidades del campo, autoridades gubernamentales y comercializadores.