Afirmaron que si no se revierten las medidas económicas que afectan a la actividad hacia adelante podría existir la necesidad de importar leche.
Mediante un claro y preciso documento, en donde se expone el peso de la actividad en la generación de riqueza y arraigo regional, productores de la zona de Ucacha se reunieron para analizar el complejo contexto actual y sus implicancias en el devenir de la actividad.
En ese sentido, luego explicitar las características de producción lechera en Argentina, el documento sostuvo que «los sucesivos mal llamados programas de incremento exportador fueron letales para la actividad porque generaron una distorsión relativa de precios imposibles de compensar con manejo puertas adentro del campo».
A su vez, aportaron números concretos para entender la economía de los establecimientos: «El poder de compra de la leche debe ser suficiente para comprar dos kilogramos de maíz o uno de soja; hoy esa relación esta pulverizada producto del dólar diferencial al punto tal que un litro de leche apenas vale 130 pesos mientras que el maíz vale 100 pesos el kilogramo y la soja 190 pesos en la misma unidad de medida».
Asimismo, los productores señalan que las medidas tomadas por el Gobierno nacional para reparar las distorsiones (Impulso Tambero y suspensión temporal de impuestos a la exportación), lejos están de solucionar el problema.
Sobre el primer tema, indicaron que el aporte para una unidad productiva de menos de 7000 litros de leche diario sólo implica una mejora en el precio de $4,5 por litro, «muy lejos del incremento de $60
necesarios para igualar el precio de la soja». En relación a la quita de retenciones el comunicado subraya que, como se exporta el 15% de la producción, «la mejora teórica en el tipo de cambio real para liquidar la leche en mercado interno es de un 10% mientras que para el complejo agrícola es esta mejora es del 51%».
Los productores sostienen que la actual coyuntura está llevando a un callejón sin salida que, de continuar, podría llevar a que la producción no cubra los requerimientos de leche de la población, siendo necesaria su importación.
El texto cierra solicitando a las autoridades que surjan luego del proceso electoral a revisar la política sectorial, e instan a que realicen una convocatoria a productores para avanzar en propuestas superadoras.
«La soberanía alimentaria no es más y más soja; es más productos como la leche, carne y los alimentos generados en todas las economías regionales».