Estiman que el consumo de carnes por persona será de 115,2 kg. en 2023

Cada habitante consumiría entre 4 y 3,4 kilogramos por encima de los promedios registrados en los últimos años.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) público un informe que proyecta que el consumo per cápita de carnes bovina, aviar y porcina alcance los 115,2kg, lo que representa un aumento del 4,2% en comparación con el año anterior y se acercarían a niveles registrados en 2017 que fue de 115,5 kilogramos.

En comparación con los promedios de los últimos 5 y 10 años, se estima que cada individuo consumirá entre 4,0 kg y 3,4 kg más respectivamente en 2023. Esta tendencia indica un incremento en el consumo de carne a corto plazo.

Según la BCR, del total a consumirse este año, la mayoría provendría de la carne vacuna, con una participación del 46% sobre el total, equivalente a 53,1 kilogramos por persona. Mientras que el 39% del total (45,1 kg) corresponderían a carne aviar y el restante 15% (16,9 kg) a carne porcina.

De concretarse este guarismo, el consumo de carne vacuna crecería por segundo año consecutivo, con una expansión del 2,3% respecto a 2022, posicionándose en niveles similares a los de 2019. Por su parte, la carne aviar tendría un retroceso del 0,88% en comparación con su participación durante 2022; mientras que la de cerdo crecería 0,2% hasta los 16,9 kilogramos por habitante.

Desde la entidad señalan que una de las razones que podría explicar la expansión en el consumo responde a una mejora en la capacidad adquisitiva de los salarios en términos de carne, calculado en base a los promedios anuales de las remuneraciones brutas desestacionalizadas, informadas por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), divididas por la media anual del precio del kg de asado para el mismo período, relevado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).

A pesar de la recuperación, la entidad remarcó que “el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne todavía se encuentra casi 10 kilogramos por debajo del promedio de los últimos 10 años”.

Otra variable que destacó el trabajo para explicar la dinámica de los diferentes consumos cárnicos es la relación que existe entre el precio de la carne vacuna y el de sus opciones sustitutas (aviar y porcina) combinadas.