El encuentro estuvo a cargo de la Dirección General de Control de la Industria Alimenticia de la Provincia y estuvo destinado a profesionales de empresas, principalmente del sector lácteo.
En la sede de la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL), la Dirección General de Control de la Industria Alimenticia, dependiente del Ministerio de Industria de la Provincia, llevó adelante un Taller sobre Etiquetado Nutricional Frontal. La jornada contó con la coordinación de la entidad educativa, como así también de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL).
Anabella Mariani, jefa de Área de Coordinación y Desarrollo Técnico de la repartición mencionada, indicó que la finalidad del encuentro (que reunió a unos 80 profesionales de empresas) fue brindar asesoramiento sobre la aplicación de la ley 27.642, denominada Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, conocida comúnmente como de etiquetado frontal.
En la oportunidad, se pusieron a consideración distintos temas vinculados a la herramienta jurídica vigente, como requisitos en materia de perfilado de alimentos; etiquetado frontal; productos alcanzados; plazos y prórrogas para su implementación; entre otros.
«El 20 de noviembre del 2023 todos los alimentos que estén en góndola deberán contar con octógonos», indicó la funcionaria provincial.
Aunque le Ley se encuentra vigente, hay plazos para su implementación, dependiendo del tamaño de la empresa o si se solicitó una prorroga.
Para las pymes, el plazo para pedir prórroga vence el 20 de enero de 2023; un mes después deberán tener los sellos aquellos productos que no hayan recibido o pedido prórroga, y el 20 noviembre del próximo año todos los productos deben presentar, en caso que corresponda, los sellos.
Mariana indicó que en las empresas hay voluntad de cumplimiento, pero también desconocimiento. De ahí los talleres que están llevando adelante desde la Provincia, por más que la autoridad de aplicación por el momento sea únicamente el Ministerio de Salud de la Nación.
En ese sentido, señaló que las principales dudas de las empresas se relacionan «a los plazos de implementación, como así también al pedido para la realización de la prórroga, que es 6 meses. Por lo tanto las pymes tienen hasta agosto de 2023 para cumplir. Y otra cuestión es el tamaño de los octógonos y donde ubicarlos».
Sobre ese tema añadió que «son los octógonos más grandes del mundo; implica un desafío por las adecuaciones que hay que plantear en el packaging».
Vale decir que los productos lácteos cuentan con la ventaja de que la lactosa de la leche no es considerada azúcar, siempre y cuando no haya agregados. Pero por la naturaleza del producto, los lácteos tendrán en prácticamente todos los casos exceso de grasas saturadas, de grasas totales y sodio.
En base a lo expresado anteriormente, Mariani indicó que se plantean interrogantes sobre si el nuevo sistema «permitirá que los consumidores en góndola tomen decisiones asertivas o no frente a la información que tengan. Por ejemplo, un queso de crema regular y otro light llevarán los mismo octógonos; pero hay una diferencia de 47 % de grasa entre uno y otro. La única herramienta de distinción será el color, uno verde y otro rojo».