Para CABIOCOR el dólar soja «atenta contra el proceso de industrialización de la ruralidad»

La Cámara de Agroalimentos y Bioenergías de Córdoba (CABIOCOR) expresó su rechazo al programa de incremento exportador por el impacto y las distorsiones que podría generar en otras producciones.

La Cámara de Agroalimentos y Bioenergías de Córdoba (CABIOCOR), que representa a más de 100 plantas que industrializan más de 1.200.000 toneladas de soja anuales y que genera más de 1.600 puestos de empleo en 80 ciudades y pueblos, emitió un comunicado rechazando la creación del “programa de incremento exportador” impuesta por el gobierno nacional.

El texto oficial muestra la preocupación de la entidad, ya que esta medida “distorsiona severamente los términos de intercambio entre productores de soja e industria procesadora nacional, lo que ralentizará las operaciones comerciales del mercado interno, por el tiempo que dure la medida”. Además, añadió “resulta discriminatoria para otros productos agroindustriales con similar perfil exportador (maíz, trigo, maní, lácteos, carnes, limones, arándanos, etc.)”.

Y agrega que el programa “implica un tratamiento diferencial, respecto a los pequeños productores de granos, quienes debieron liquidar prontamente la cosecha, quedando así excluidos del presente tipo de cambio extraordinario, además que actúa en detrimento de las pymes que agrega valor en origen en el interior del país, en beneficio de los sectores industriales más concentrados de la economía nacional (exportadores)».

Además, plantea que “la medida atenta contra el proceso de industrialización de la ruralidad que genera empleo industrial genuino en las pequeñas comunidades de la Argentina profunda, ya que impacta directamente en el costo de alimentación de todo el complejo pecuario nacional (lechero, avícola, porcino y ganadero) que naturalmente incluyen a los derivados de la soja en la formulación de su dieta nutricional.”

Finalmente, el comunicado concluye que la medida “aumenta los costos de los productos más sensibles de las canastas básicas alimentarias (leche, carne y huevo) con especial impacto en los segmentos poblacionales más vulnerables, a los que paradójicamente se quiere proteger.”