Desde AFAMAC valoran la apertura económica, pero alertan sobre riesgos para la industria local si no se abordan las distorsiones estructurales que afectan la competitividad.
La Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (AFAMAC) expresó su posición respecto al reciente Decreto 273/2025, emitido por el Gobierno nacional, que establece nuevas condiciones para el comercio exterior con el objetivo de profundizar la apertura económica y mejorar la competitividad interna.
En su comunicado, la entidad reconoce los problemas generados por políticas de cierre de importaciones y coincide en que continuar en esa línea no es una solución. Sin embargo, advierte que, para lograr una verdadera integración al mercado global, es necesario contemplar las condiciones particulares del entramado productivo nacional, especialmente en el sector de maquinaria agrícola.
“El sector está compuesto por más de 1.200 empresas entre terminales y autopartistas, con reconocimiento nacional e internacional por su calidad e innovación. Pero la falta de competitividad ha golpeado fuertemente a las exportaciones, que pasaron de casi 300 millones de dólares en 2013 a cerca de 150 millones en 2023”, señala el comunicado.
Según AFAMAC, la competitividad del sector se ve afectada por cinco factores clave: inestabilidad macroeconómica, presión impositiva, costo laboral no salarial, falta de financiamiento al sector privado y costos logísticos. Si bien destacan avances recientes en términos de estabilidad macroeconómica y financiamiento, subrayan que las distorsiones pendientes generan una desventaja del 25% en los costos frente a competidores internacionales.
En ese contexto, la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), incluida en el decreto, es vista con preocupación por la entidad. Consideran que esta medida podría fomentar una competencia desleal para un sector que ya enfrenta serias dificultades estructurales.
“El problema no radica en la falta de competencia o transparencia —afirma AFAMAC— sino en la ausencia de reformas estructurales que permitan reducir los costos internos y aumentar la capacidad de inversión y adquisición por parte de los productores”.
La asociación concluye con un llamado a una “integración inteligente al mundo”, que contemple tanto las formas como los tiempos de aplicación de las políticas, para que realmente favorezcan a la producción local y potencien su perfil exportador.