En el salón principal dos disertantes de lujo, Alejandro Castillo y Carlos Quattrochi, debatieron sobre las tendencias globales de la lechería.
El salón principal del Amerian Park Hotel, la sede de la megamuestra TodoLáctea, estaba colmado. Y no era para menos. Al frente se sucedieron dos referentes de la lechería: el profesor emérito de la Universidad de California (EE.AA.), Alejandro Castillo, y Hugo Quattrochi, representante en Argentina del IFCN Dairy, red mundial de investigadores vinculados al sector.
Castillo se enfocó en la temática del cambio climático y Quattochi en el concepto social de licencia para producir; pero más allá de las particularidades abordadas, la necesidad de mirar la sustentabilidad en su amplia dimensión atravesó ambas propuestas.
En ese sentido, queda claro (y los disertantes lo enfatizaron con diferentes ejemplos), que la sociedad ausculta cada vez con mayor recelo a la producción. Y aunque esto se da en mayor medida en el mundo desarrollado, a las tendencias globales no se las puede tapar con una mano.
Bajo esa consigna, Castillo se detuvo en la necesidad de pensar, antes de avanzar en sistemas intensivos y confinados, qué hacer con los efluentes, especialmente el estiércol. Y Quattrochi fue incluso más allá, explicitando que parte de los consumidores globales están directamente rechazando a esos sistemas productivos, reclamando mayor bienestar animal. Incluso las propias industrias están pagando por horas diarias de pastoreo.
Posteriormente, en el debate de cierre Alejandro Sanmartino, el exdirector de Lechería de la Nación durante el gobierno de Mauricio Macri, quiso poner en contexto lo global y lo local. Argentina está creciendo y lo hace a partir de inversiones que procuran la intensificación. ¿Significa que el país va a contramano?
