Semáforo de Coninagro: compleja situación de las economías regionales

El semáforo de Coninagro indicó que 10 de las 19 economías regionales se encuentran en estado de crisis, mientras que solo 2 atraviesan una buena situación.

Coninagro dio a conocer el semáforo de economías regionales, en el que realiza un relevamiento de 19 actividades productivas de la Argentina. De ese total, 10 se encuentran en un estado de crisis o mostrando signos críticos, 7 marcan una señal de advertencia, y 2 de ellas están en buen estado.

Es el primer semáforo post-devaluación, donde se destacada el cambio en los precios relativos de los costos, con una traslación mayor a los ingresos. El informe señala que «aún siguen vigentes los efectos de la sequía 2023 dentro de un mercado que no acompaña, con exportaciones estancadas y un consumo donde prolifera la incertidumbre».

El semáforo indica que «en verde, solo se ubica el maní, que muestra una recuperación de las exportaciones, aunque quedó a mitad de camino en la campaña, y los porcinos que se encuentran estables pese a la importante suba de costos de producción».

En advertencia se encuentran el arroz (en recuperación productiva); la producción bovina (cría e invernada viene bien, pero con feedlots en complicaciones y vaivenes en los precios y mercados); las hortalizas, con precios en caída en tomates, cebollas y zanahorias; la producción de papa (en recuperación productiva).

Además, también tienen advertencia de crisis la producción de peras y manzanas, que en el último mes antes de la cosecha tuvo un leve repunte de las exportaciones; la de tabaco, donde comienza la nueva campaña el próximo mes y hay bajas exportaciones y; la de yerba mate, con precios de la hoja verde por debajo de la inflación, aunque tiene recuperación productiva.

Por otra parte, las economías regionales que se encuentran en crisis son la actividad avícola, con grandes subas de costos y complicaciones en su mercado; los cítricos dulces, complicados; la miel, que, pese a la suba de precios, no alcanza recuperación; los granos (como el trigo, la cebada y el girasol), donde pese a la suba, los precios suben menos que los costos; la leche, donde se complica la crisis por los costos, falta de reservas y mercados estancados.

También se encuentra en crisis el vino y mosto, con costos por las nubes y esperando la próxima vendimia. El algodón, en proceso de recuperación de su producción y exportaciones; la producción forestal, donde hay suba de costos en labores; la de mandioca (con costos a la par de la inflación); y la actividad ovina, con señales complicadas de mercados.

De esta manera, las subas de precios (al productor) ocurrieron por encima de la inflación interanual en 11 de las 19 actividades, con un valor promedio (simple) de +326%, mientras que los 8 restantes, por debajo de la inflación lo hicieron en +163%, casi a mitad de camino.

La heterogeneidad es la regla en este comportamiento, con un amplio rango de dispersión, recordando que son precios en pesos corrientes. Si la mirada es entre noviembre y diciembre, los promedios simples de las variaciones mensuales en precios en pesos al productor fueron +38%, siendo el mayor salto en el año 2023.

La contracara de los precios, los costos promedios de las 19 actividades crecieron interanualmente +250% en diciembre de 2023, con un máximo de +334% en el caso de arroz con pozos de gasoil (zona Entre Ríos).