Aprueban el uso del bagazo de cebada para la elaboración de alimentos

De un litro de cerveza que se produce, se obtienen 600 gramos de bagazo de cebada. Puede convertirse en una harina de alto valor proteico y como ingrediente para panificados y repostería.

Por iniciativa de la Dirección Nacional de Alimentos de la Secretaría de Agricultura de la Nación, se reglamentó el uso de bagado de cebada como ingrediente de productos alimenticios para panificados y repostería. Durante 2022 hubo más de 1 millón de toneladas de molienda de cebada cervecera, siendo un récord histórico para el sector, según las cifras oficiales.

El bagazo de cebada es un subproducto con un elevado aporte nutricional: entre 15 y 26% de proteínas, 70% de fibras, lípidos (entre 3.9 y 18%, de los cuales el 67% son triglicéridos), vitaminas, aminoácidos y compuestos fenólicos, además de calcio, el fósforo y el selenio.

La reciente Resolución publicada en el Boletín Oficial incorpora el “Bagazo Cervecero Seco” en el Código Alimentario Argentino, lo que establece un marco normativo que reglamenta el uso del bagazo de cerveza para poder incluirlo en la formulación y comercialización de productos alimenticios con este ingrediente.

El director de Alimentos de la Secretaría de Agricultura, Pablo Morón, manifestó que “esto es un verdadero logro que abre la posibilidad de transferir al sector industrial propuestas que pueden generar un impacto positivo en la salud y la nutrición de la población”.

Además, el funcionario explicó que se permite reutilizar un subproducto de una industria en auge, transformarlo en una harina de alto valor proteico que permite agregar valor a las producciones y diversificar la actividad, al tiempo que se reduce el impacto ambiental.

“Su incorporación al Código Alimentario Argentino impulsa el uso de este producto novedoso, con propiedades beneficiosas a nivel nutricional, con el atractivo de la relación con la industria cervecera”.

Finalmente destacó que posibilitará “el crecimiento de la industria de manera sustentable, generando un impacto social y ambiental positivo; el apoyo de la economía circular, y la disminución de las pérdidas y desperdicios de alimentos.

Por cada litro de cerveza producido, se generan 600 gramos de bagazo de cebada húmedo. Este subproducto representa el 85% de los residuos de esta industria y es en promedio el 31% del peso original de la malta utilizada durante la misma. A su vez, según un relevamiento de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina (CCAA), hay unos 2.500 productores de diversos estilos de cervezas artesanales que producen 25 millones de litros al año.