Cadena de Valor dialogó con distintos especialistas que dieron su punto de vista a la hora de sembrar soja o maíz en la región.
La superficie de siembra de soja y maíz se muestran comprometidas por costos, precios y disponibilidad de humedad e insumos; estos dos últimos están entre los principales problemas que enfrentan ambos cultivos. Frente a esta situación, Cadena de Valor dialogó con distintos especialistas que dieron su punto de vista a la hora de optar por soja o maíz.
Acerca del rendimiento promedio de los campos de la región y el margen de rentabilidad de ambos cultivos, el ingeniero agrónomo Julián Arpón manifestó que existe el riesgo de llegar a no cubrir el rinde de indiferencia de soja. “Estamos por debajo del rinde promedio con los costos, mientras que con el maíz la situación es diferente porque el rinde promedio en la zona puede estar por arriba de los 65 o 70 quintales».
Igualmente Arpón añadió que, con un año llovedor y con precios internacionales que acompañen, «se puede llegar a tener una rentabilidad en dólares entre un 6% y 8% de soja y entre un 8% y 12% de maíz».
En la misma línea, el propietario de BM Semillas, Mariano Bertello, dijo que la rentabilidad es difícil de analizar por el contexto climático, ya que puede o no llover, pero «en los años más críticos de lluvia los márgenes son negativos”.
A la vez, agregó que «el maíz de segunda es un poco más estable, con menos potencial, pero brinda cierta seguridad. En nuestra zona es mucho más difícil hacer una soja de segunda de 25 quintales que un maíz de segunda de 60 quintales”.
El ingeniero Alberto Córsico, que desarrolla actividades en ACA Tío Pujio, había mencionada poco tiempo atrás en una entrevista a Cadena de Valor TV que “económicamente es más favorable el maíz y también hay que respetar la rotación. Además es un año muy complejo no solo en lo climático, sino también en cuanto a la disponibilidad de semilla de maíz y de soja; todo esto hace que el productor trate de ver los números y la rentabilidad de cada cultivo”.
Con respecto a los factores que influyen a la hora de sembrar, Arpón añadió que a las cuestiones vinculadas al clima y economía, «hay que agregarle lo ambiental y la sustentabilidad de los cultivos porque estamos trabajando con un recurso que es el suelo; un recurso natural y donde tenemos que tener la premisa que en algún momento va a tener un agotamiento”.
Por otra parte, Bertello explicó que el otro problema que se suma a lo climático es la calidad de semilla de soja, “ya sea la que se compra o la que se guarda para uso propio. La mayoría de los productores puede guardar o ser fiscalizada, pero este año es muy escasa y de mala calidad”.
Con relación hacia dónde irán los planteos de la campaña, Arpón detalló que “la tendencia o paradigma productivo sería incorporar las pasturas en las rotaciones, ir pensando en la alfalfa como un cuarto cultivo en la rotación, ya que reduciría el riesgo climático económico y le daría sustentabilidad al sistema”.
También Bertello puntualizó que “la mayoría de los productores van a hacer planteos defensivos agronómicamente. Un planteo defensivo tiene que ver con maíces tardíos en baja densidad, una fertilización como para arrancar y más adelante hacer una re fertilización; respecto a la soja también hay variedades de menor potencial pero más seguras” detalló.
Asimismo, el ingeniero agrónomo, Rodolfo Meny, especificó que la sequía condicionó la actividad, “el 70% u 80% se va hacer de segunda y se va atrasar la siembra de soja”. Además, añadió que hay expectativa y optimismo en el sector, pero “va a ser un año con sus particularidades porque venimos de una gran sequía y los productores han agotado su capital de trabajo; de eso también depende hacia donde se puede ir”.
Finalmente, Córsico explicó que la siembra de maíz viene muy retardada, ya que “en la zona se siembra un 5% a un 15% de maíz primera y hoy prácticamente no hay casi nada; esperemos que ahora entre la siembra full”. Y agregó: “Hoy dadas las circunstancias descriptas anteriormente queda para hacer más maíz”.
