Mayores rindes en suelo sin impacto ambiental: una apuesta a futuro

El investigador del CONICET, Juan Pablo Monzón, abordó esa temática en el marco del 30° Congreso de Aapresid. El contexto mundial, con una fuerte demanda de alimentos, obliga a pensar en alternativas sustentables.

En el 30° Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), el investigador del CONICET Juan Pablo Monzón se refirió a su último trabajo enfocado a brechas de rendimiento y brechas de nutrientes. Explicó que hay una explosión en la demanda de alimentos debido a cambios demográficos y dietarios. Por otro lado, las tasas anuales de ganancia de rendimientos no son suficientes para satisfacer la demanda futura en la tierra actualmente.

El camino sería aumentar los rendimientos. Monzón señaló: “Satisfacer la demanda futura de alimentos sin expansión masiva del área cultivada va a requerir de una intensificación sustentable de los sistemas de producción de cultivos, de tal manera que cada hectárea de tierra cultivada produzca cerca de su potencial, minimizando el impacto ambiental y preservando los recursos naturales, suelo y agua”.

Luego, el investigador del CONICET definió el concepto “brecha de rendimiento” entendido como la diferencia entre el rendimiento actual y el potencial. “Alcanzar un 70% del rendimiento potencial es un objetivo razonable y viable económicamente”, acotó. Poniendo algunos números de los principales cultivos de Argentina, indicó que la brecha en maíz y trigo es de 41% y en soja 32%.

“¿Es posible para Argentina cerrar la brecha de rendimiento explotable, de una manera sostenible, con el uso actual de fertilizantes?”, cuestionó Monzón. Para responder esa pregunta, se valió del estudio que vienen realizando en nuestro país junto a distintas instituciones, el cual demuestra que los balances de nutrientes (promedio de dosis fertilizante – remoción de nutrientes grano) en nitrógeno, fósforo y azufre en los distintos cultivos son negativos.

Al respecto, remarcó: “Las dosis actuales de nutrientes no son suficientes para cerrar la brecha de rendimientos y los balances de nutrientes sugieren exportación neta en muchos casos. Cerrar la brecha de rendimiento, sin comprometer la calidad del suelo, va a requerir de un aumento substancial en el uso de fertilizante”. Validaciones que realizaron a campo indican que, un mayor uso de nutrientes vía fertilizantes, permitieron aumentar los rendimientos de maíz (15%), trigo (22%) y soja (13%).

Santiago Torres Ruartes – Estudiante UNVM