El INTA recomienda cómo trabajar los lotes con chicharrita

Especialistas del INTA brindan recomendaciones para aprovechar el cereal como recurso forrajero y minimizar las pérdidas.

La principal zona productora de maíz del país se vio afectada por la enfermedad que transmite la chicharrita que causó importantes daños fisiológicos y reducción del rendimiento. Debido a esto, un equipo de especialistas del INTA brinda recomendaciones para evaluar las posibilidades de enrollar, ensilar o cosechar en función del material verde, el volumen de planta y grano que se puede obtener y el costo-beneficio.

Tal como hemos publicado anteriormente, los principales síntomas del complejo de patógenos transmitidos por la chicharrita son el acortamiento de los entrenudos (achaparramiento), disminución del tamaño de espigas y anomalías como prolificidad exacerbada y multi-espiga (espigas bouquet). Esto genera heterogeneidad en la altura de las plantas y de la inserción de las espigas”.

Es por esto que el coordinador de la Red Nacional de Maíz del INTA, Facundo Ferraguti, resaltó la importancia de “evaluar el destino del grano (silo o cosecha de grano), realizar una cosecha oportuna para evitar secados prolongados a campo con la consecuente pérdida de calidad e inocuidad; prestar especial atención a las regulaciones de la máquina cosechadora para evitar pérdidas de rendimiento y evitar que la calidad comercial empeore”. Y subrayó la necesidad realizar el control posterior de los maíces guachos para reducir hospedantes.

Por otra parte, a la hora de la cosecha, el coordinador del Proyecto Agricultura de Precisión y Mecanización Agrícola del INTA, Fernando Scaramuzza, señaló que, ante la presencia de un lote afectado, se recomienda caracterizar el tipo de daño y cuantificarlo para evaluar la necesidad de configurar la cosechadora de manera que realice un trabajo diferencial.

Por otro lado, el especialista en agricultura de precisión del INTA Manfredi Córdoba, Diego Villarroel, indicó que las características y regulaciones de un sistema de trilla transversal (convencional) recomiendan que el cilindro de trilla maicero debe contar con barras de trilla con estrías gruesas (maiceras) y con los espacios inter-barras forrados con las chapas compresoras de espigas.

Además, Scaramuzza y Villarroel pusieron énfasis en la necesidad de identificar el rendimiento del cultivo a través del mapa de rendimiento. Debido a que “mediante este registro de datos georreferenciados podremos cuantificar el daño por ambiente y planificar un mejor control de maíz guacho (uno de los factores clave en la supervivencia del vector).

Por último, la especialista y coordinador del Programa Forrajes, Pasturas y Pastizales del INTA, Alejandro Radrizzani pone el foco en la observación y el monitoreo permanente del daño en el cultivo para evaluar qué destino conviene darle. “Si el daño ocurre en etapas tempranas, se observará mucho material seco y sin panojas, en cuyo caso convendrá utilizarlo lo antes posible para no seguir perdiendo forraje verde, ya sea con pastoreo o haciendo rollos”.

“Si el daño se presenta en etapas intermedias, cuando ya se comenzó a formar la espiga, es probable que haya suficiente material verde como para picar y ensilar, pero puede ser que no se logre calidad adecuada por la escasa proporción de grano en el silo. En cambio, “si la infección se produce en etapas avanzadas, hay que evaluar la conveniencia de hacer silo o dejarlo para cosecha de grano”, detalló.