Cámaras extrusoras de soja piden evitar el colapso de las industrias del sector

Bajo el lema «la proteína no se toca», entidades de distintas provincias advierten a la opinión pública el impacto negativo que el dólar soja generó en todas las pymes que procesan la oleaginosa.

Mediante un comunicado conjunto, los titulares de las cámaras extrusoras de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires, dieron a conocer la preocupante situación que vive esa cadena a partir de la implementación de las dos ediciones del dólar soja, que no sólo elevó sustancialmente el precio del insumo fundamental para la producción sino que, como se priorizó su exportación, generó serios inconvenientes para su abastecimiento en el mercado.

Cabe recordar que al momento de dictarse la medida gubernamental, en septiembre del año pasado, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, convocó a los representantes del sector y les aseguró que en pocos días se pondría en marcha un mecanismo de compensación para morigerar el impacto del diferencial de precios. De todas formas, Juan Carlos Giaccone, presidente de la cámara de Córdoba, indicó hace pocos días atrás a Cadena de Valor TV que las promesas del funcionario finalmente no se cumplieron.

Frente a tal situación, las pymes extrusoras definieron dar a conocer públicamente su posición, indicando que con la puesta en marcha de la medida que mejoró el tipo de cambio para la exportación del grano «no se dimensionaron los enormes daños colaterales que tendría en toda la industria agroalimentaria nacional».

En ese sentido, señalan que «las producciones de leche, huevo, carne bovina, porcina, avícola y hasta ictícola, concentrados, texturizados y micronizados de soja han podido desarrollarse y alcanzar grandes productividades gracias a la proteína vegetal que las extrusoras de soja disponen en cercanía».

Por lo tanto, y frente al complejo escenario, reclaman de manera urgente generar un «ámbito de discusión con los actores del sector para el diseño de alternativas que morigeren el daño causado hacia los próximos 100 días, y así evitar el colapso del complejo agroindustrial pyme que abastece de proteína vegetal a las cadenas agroalimentarias del interior del país».

De tal forma, y parafraseando a Maradona, las empresas cierran el documento afirmando que «es momento de reconocer que hubo una equivocación y que todos pagamos con falta de granos, suba de precios, cierre de plantas, menos empleo, pero una cosa queremos dejar en claro: la proteína de los argentinos no se toca!».