En un comunicado conjunto las 3 entidades vinculadas al sector rechazan la medida, sosteniendo que va a impactar negativa en los costos de los tambos y en la productividad industrial.
Mediante un inédito comunicado conjunto el Centro de la Industria Lechera (CIL), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APyMEL) y la Junta Intercooperativa de Productores de Leche (JIPL), dieron a conocer su preocupación por los efectos que tendría sobre la cadena láctea la segunda edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), conocido como dólar soja.
Aunque la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación insiste en que compensará a las producciones que utilizan a la soja como insumo para que la medida no tenga consecuencias en el mercado interno, las tres entidades salieron a manifestar el fin de semana que la diferencia de valor del grano (ahora a US$230 la tonelada), se hará sentir además en otros productos y subproductos (como maíz y expeler), elevando por ende el costo de alimentación en los tambos y generando distorsiones en toda la cadena.
A la vez, las cámaras expresan que la medida se toma en el mismo momento en que varias empresas asociadas «participan en el nuevo Programa Precios Justos, que en su parte medular establece precios fijos durante el trimestre diciembre 2022 – febrero 2023 para los productos listados, y aumentos máximos del 4% mensual para el resto de las categorías».
El texto distribuido a los medios de prensa hace mención al impacto de la sequía en los establecimientos, encareciendo los costos de alimentación, asegurando que la resolución gubernamental «agrega un ingrediente más en detrimento de la alicaída rentabilidad de la cadena, y por lógica en los niveles productivos proyectados».
Por ese motivo reclaman «acciones concretas tendientes a aliviar la difícil situación por la que atraviesa la
producción primaria de leche, agravada por el relanzamiento del dólar soja, y que afectará también de manera significativa a nuestras industrias asociadas».
