CRA detalló el impacto de los derechos de exportación en las economías regionales

A través de un comunicado, la entidad explicó con tres ejemplos (carne ovina, semillas y vino) por qué considera que el impuesto es perjudicial para la Argentina.

Confederaciones Rurales Argentina (CRA) manifestó a través de un comunicado su rechazo al proyecto de ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos ya que “propone un aumento de los derechos de exportación para muchos productos agropecuarios y de economías regionales”.

Según indicaron “el nuevo esquema introduce nuevas distorsiones y generará problemas para los productores, menor inversión, menor empleo y más concentración de la producción”. Además, remarcaron que, para muchas actividades productivas, en particular en las economías regionales, “esta nueva presión tributaria perjudica notoriamente a los productores, y el beneficio a obtener por el fisco nacional es escaso”.

Para CRA los casos más complicados son los vinos, el algodón, la carne ovina, el aceite esencial de limón, el tabaco, la cadena forestal, la cadena avícola, la cadena porcina, la floricultura, la mandioca, las aromáticas y especias.  También incluye a otras producciones regionales menores, como por ejemplo semillas de chía, sésamo, poroto mung, cártamo y pisingallo.

Los ruralitas sostuvieron que “el problema de los derechos de exportación lleva larga data, y la persistencia del impuesto es una apropiación adicional del Estado Nacional sobre la facturación de los productores, que son quienes soportan el impuesto pues los exportadores lo trasladan al precio interno final pagado”.

Por este motivo aseguraron que es imprescindible eliminar las retenciones, ya que “esta oposición tajante a los derechos de exportación la hemos mantenido desde su primera imposición y es una premisa irrenunciable en defensa de la producción que mantendremos sin importar el signo político de quien gobierne”.

Con el objetivo de tener una cabal comprensión de las afectaciones que producen este tipo de impuestos, la entidad desarrolló tres ejemplos:

El primero de ellos es del caso de la carne ovina, donde el 85% de la exportación proviene de la Patagonia. Los derechos de exportación de 5% fueron bajados a 0% en 2022. “La abrupta suba a 15%, en un contexto de precios internacionales al 50% de su valor de años previos, limita toda posibilidad de exportar en 2024”, señalaron.

En cuanto a la producción de vinos, la alícuota de derechos de exportación propuesta pasaría de 5% a 8%. Es por esto que desde CRA afirman que “de cara al 2024, el mercado interno de los vinos sufrirá una fuerte caída de ventas por caída del poder de compra del salario, por el alza abrupta de la inflación”. Por otra parte, se espera una mayor cosecha, en un contexto importante de stocks, o sea habrá mayor oferta de vinos. En ese escenario, “es clave la salida exportadora”.

El caso de las semillas, como la chía, el cártamo, el sésamo, el poroto mung o el pisingallo presentan otros tipos de problemas, porque “ante la introducción de derechos de exportación, el impacto negativo sobre productores de Salta, Jujuy, Tucumán y Chaco sería enorme, y el beneficio para el Estado es mínimo”.

Además, expusieron que, “para los productores de chía, los derechos de exportación implican una baja de rentabilidad de 33%, considerando además el mayor costo por herbicidas, fertilizantes y otros costos por la aplicación del impuesto país sobre las importaciones”.

Finalmente, en cuanto al cártamo CRA sostiene que la implementación de retenciones al 15% provoca un duro golpe a este cultivo, ya que “el impacto en los magros márgenes, que equivaldrían a una baja de ingresos directos al productor, llevarían a su reducción o discontinuidad de este cultivo regional, afectando a toda la cadena”.