Desde que el fin de semana se conoció el cierre «hasta nuevo aviso» de las ventas externas de harina y aceite de soja, aún no hay precisiones sobre qué pasará con las retenciones.
Entidades vinculadas a la producción y agroindustria dieron a conocer sus miradas negativas sobre la decisión gubernamental de cerrar momentáneamente las exportaciones de harina y aceite de soja, lo que se interpretó como la previa a una suba de los derechos de exportación.
Las especulaciones en una primera instancia apuntaron a una suba de alícuotas a la exportación de granos (soja, maíz y trigo), aunque después se descartó esa opción. Desde Economía salieron a poner paños fríos, indicando que se equipararían subproductos (31%) y granos (33%). Lo cierto es que pasan los días y no hay definiciones.
En ese contexto incierto, ayer se conoció que el IPC subió fuerte en febrero (4,7%), encabezado por alimentos y bebidas no alcohólicas (7,5%), lo que presiona aún más la búsqueda de lo que el Gobierno nacional llama «desacoplar» precios internos e internacionales.
¿Se modificarán únicamente los derechos de exportación de los subproductos? ¿Entre las medidas antinflacionarias que el presidente dará a conocer el viernes habrá sorpresas? Crecen las expectativas, mientras productores se ponen en guardia.