Los altos costos y la falta de lluvias alejan la posibilidad de sumar un 15% más de maíz

La siembra maicera se pone cada vez más difícil por el clima y los insumos. Si no llueve, varios productores tienen como «plan b» la soja.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que la posibilidad de sumar 300.000 hectáreas a la siembra maicera del ciclo pasado (1,5 millones de hectárea) parece cada vez más lejana en la región núcleo debido a la falta de agua y el aumento en los insumos, principalmente en los fertilizantes, lo que hacen volver a considerar a las siembras tardías como estrategia.

La entidad sostiene que en la región se observa un bajo movimiento de compras, especialmente de fertilizantes, “muchos productores ahora lamentan su falta de previsión y también la falta de financiación oportuna tras la sequía para haber podido escapar de los actuales aumentos en los precios, en particular el de la urea donde hace semanas que viene aumentando, lo que condiciona seriamente la rentabilidad”, indica la BCR.

La definición y la estrategia de siembra del maíz están supeditadas a las lluvias de agosto y septiembre, “volvemos a manejar la posibilidad de retrasar la siembra si no hay suficientes lluvias. Pero queremos mantener, en principio, los lotes destinados a maíz”, dicen desde el centro-sur santafecino. A pesar de las dificultades, los productores tratan de asegurar los planes de rotaciones con cereales, “pero si no aparece el agua, el “plan B” es sembrar soja” manifestó la entidad.

En Bigand, dicen: “si las precipitaciones se atrasan, aquel que tiene comprado el maíz, lo va a sembrar igual, pero más tarde. Pero el que aún no compró semillas o hizo algún barbecho donde no fue incluido un residual que afecte al cultivo de maíz, seguramente sembrará soja”.

Mientras que, en Marcos Juárez, se mantiene la intención de siembra maicera, pero “puede haber un corrimiento de la siembra hacia el maíz tardío si se atrasa la aparición de El Niño”, explican.