Estiman que este año se mantendrá la superficie de trigo

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que se repetirán las 5,9 millones de hectáreas del ciclo agrícola pasado.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) realizó la primera proyección de precampaña de trigo y señala que el área sembrada en el ciclo 2024/25 sería de 5,9 millones de hectáreas, sin cambios respecto de la campaña anterior. Igualmente, dicha superficie representa una disminución del 6,9% en comparación con el promedio de las últimas cinco campañas.

La BCBA afirma que las abundantes lluvias caídas durante, marzo y abril, en la mayor parte del área agrícola nacional recargaron los perfiles de forma ideal para la siembra del cereal, pero los precios y los costos elevados de los insumos establecen algunos obstáculos a la hora de definir el planteo productivo del cereal.

A la hora de habla de los costos de producción, la entidad manifestó que “los precios de los fertilizantes han mantenido su nivel e incluso algunos han registrado aumentos, específicamente, la urea y el fosfato diamónico han experimentado incrementos del 23% y 5% en comparación con el año pasado, también Los precios de los herbicidas también han aumentado en un 5%”, evaluó.

Además, hay otros factores a considerar que tienden a frenar dicha intención. “A pesar de la considerable mejora en las reservas del perfil, la previsión de un año atravesado por el fenómeno La Niña, lleva a muchos productores a optar por realizar barbechos largos, con el objetivo de reservar la humedad almacenada recientemente para los cultivos de gruesa del próximo ciclo”, advierte la BCBA.

Finalmente, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires explicó por qué considera que los productores se encuentran ante un panorama complejo, “por un lado, las condiciones climáticas resultan propicias para la siembra, debido a las recientes precipitaciones que favorecerían el cultivo de trigo”.

Sin embargo, esta perspectiva positiva se ve empañada por el impacto potencial del fenómeno climático La Niña, que se espera que llegue a mediados del año, generando dudas en la región núcleo del sector agrícola. “Esta combinación de un clima inicialmente favorable para la siembra con una rentabilidad económica desalentadora configura un panorama complejo para los productores, quienes deben decidir si avanzar con la siembra de fina o esperar a la gruesa”, concluyó.