La primera estimación de la Bolsa de Cereales de Córdoba marca un retorno a la proporción habitual de cultivos, con más área para maíz y girasol, y una caída en soja, sorgo y maní.
La Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) dio a conocer su primera estimación de siembra en la provincia para los cultivos estivales de la campaña 2025/26. De esta manera, habrá un retorno a la proporción habitual de cultivos, con incrementos en maíz y girasol y una reducción en soja, sorgo y maní. En tanto, el precio y la rentabilidad esperada se destacaron como los principales factores que influyeron en la decisión de siembra.
De todos modos, según indicó la entidad, la soja continuaría siendo el cultivo con mayor superficie sembrada en la provincia, al igual que la campaña pasada; sin embargo, se proyecta una reducción tanto respecto al ciclo previo como al promedio histórico. Asimismo, esas hectáreas serían redirigidas hacia maíz, que se encaminaría a recuperar el área perdida en 2024/25 debido a la precaución de los productores frente al complejo del achaparramiento.
“Otra proporción significativa se trasladaría a girasol, cultivo que ya venía mostrando un crecimiento sostenido y que en la última campaña registró una expansión explosiva, acompañada además por resultados productivos excepcionales”, remarcó la BCCBA.
Puntualmente, el maíz ocuparía 2,8 millones de hectáreas, un 13% más que el año pasado, lo que en términos reales significaría unas 300.000 hectáreas. La soja, en cambio, perdería justamente esa cantidad de hectáreas ganadas por el maíz, quedando en 4 millones de hectáreas, un 7% menos que el año anterior.
Y nuevamente vale insistir en el protagonismo del girasol: con 254.500 hectáreas, es un 20% más que el año pasado (212.600), más del triple que el promedio histórico y la mayor superficie precisamente en estos últimos 18 años. Por último, el maní, otro cultivo muy importante para la provincia ya que es la principal productora, retrocedería 14%, para ubicarse en 268.100 hectáreas; mientras que el sorgo también caería un 27% llegando a 127.100 hectáreas.
El precio y la rentabilidad esperada fueron señalados como los principales determinantes de la elección de cultivos, seguidos por el pronóstico climático y el impacto del achaparramiento en la planificación de soja, maíz y sorgo. Mientras que los productores mencionaron diversos factores, entre los que se destacó el esquema de rotación como motivo complementario en la decisión de siembra.
En paralelo, la BCCBA destacó que la campaña 2024/25 finalizó con rindes superiores a los registrados en el ciclo anterior, con la cosecha de maíz y maní prácticamente concluida, pese a los atrasos que presentaba. En el caso del maní, las lluvias fuera de época complicaron la etapa de arrancado y demoraron la recolección, lo que derivó en un mayor porcentaje de tierra en la caja en la zona sur de la provincia, además de posibles impactos sobre la calidad del grano.
También se relevó la presencia de maíz guacho, pero en la mayoría de los lotes del centro y sur la incidencia fue nula o baja, principalmente a causa de las bajas temperaturas registradas en julio. Sin embargo, en los departamentos del norte se reportaron casos de presencia media, asociados a nuevas emergencias ocurridas tras el aumento de las temperaturas en los últimos días.