Así lo indica un informe del Instituto Nacional del Agua. Los efectos de la Niña se mantendrían por lo menos hasta mayo.
La bajante extraordinaria del río Paraná se extenderá durante los próximos meses al no avizorarse una normalización de las lluvias sobre su cuenca, por lo que las complicaciones logísticas para la exportación de granos y la afectación de las actividades agropecuarias ligadas al río continuarán hasta avanzado el invierno.
Según un informe del Instituto Nacional del Agua (INA) respecto a la bajante del Paraná, «la perspectiva al 31 de mayo de 2022 no permite esperar un rápido retorno a la normalidad, con probabilidad de extenderse durante todo el otoño».
«Los niveles en el río Paraná en territorio argentino, incluyendo el Delta, se mantendrán en aguas bajas durante el trimestre de interés (marzo, abril y mayo), con eventuales recuperaciones de corto plazo, pero en continuidad con el escenario iniciado en marzo de 2020″, acotó el INA.
Para mensurar la magnitud de la bajante, solo basta con observar la altura medida por la Prefectura Naval Argentina (PNA) en los puertos de Rosario: los registros al 1° de abril mostraban una altura de 0,89 metros, mientras el promedio histórico para dicho mes es de 3,61 metros.
Telam