Así lo estimó un estudio realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). La baja de biodiesel explica casi en su totalidad ese porcentaje.
Un trabajo realizado por la BCR indica que por la gran sequía del año la producción de biocombustibles sería un 40% menor a la alcanzada en 2022, motivada por el derrumbe del procesamiento de soja.
En ese sentido, la producción anual de biodiesel llegaría a 872 mil toneladas este año, utilizando únicamente el 22% de la capacidad instalada. Así, «la escasez de soja ha llevado el ritmo promedio de producción a 72 mil toneladas de biodiesel al mes, mientras que el promedio durante los últimos cinco años ha sido de 154 mil toneladas mensuales», sostiene el trabajo de la entidad rosarina.
Por ese motivo, las ventas al exterior llegarían a 337 mil toneladas, cayendo un 72%, lo que impacta fuertemente en el ingreso de divisas al país. Para graficar, en el período 2017-2022 entraron US$ 1.100 millones en concepto de exportaciones de biodiesel, mientras que en 2023 serían menos de US$ 500 mil.
En el mercado interno también se nota el cimbronazo productivo: el abastecimiento de la demanda para cumplir el corte obligatorio se resentiría un 16% respecto al año pasado.
Bioetanol
Distinta realidad presenta el bioetanol, ya que al finalizar este año se espera que la producción de etanol caiga sólo un 1% por debajo del 2022. Además, hay que tener en cuenta que el año pasado la industria de bioetanol llegó a máximos históricos, con una producción de 1,16 millones de m3.
La baja, aunque no muy marcada en su totalidad, se explica por la importante merma en el aporte del bioetanol a base de azúcar. Ese faltante fue reemplazado por el maíz, que más allá de la sequía mantuvo a la industria. En 2023, casi el 70% de bioetanol producido durante todo el año sería a base del cereal.