Julián Domínguez analizó en la UNVM los desafíos del acuerdo Mercosur – Unión Europea y su impacto en el sector agroalimentario

El exministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación disertó sobre el nuevo escenario internacional que se abre para el país a partir del acuerdo y los desafíos que esto plantea para la producción agropecuaria e industrial argentina.

En el marco de una charla concretada en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María el exministro Julián Domínguez definió al momento actual como “trascendental para la vida institucional de ambos bloques”, al recordar que el acuerdo fue firmado en diciembre del año pasado y actualmente se encuentra en proceso de protocolización antes de su envío a los parlamentos. “Ya no se discute más el Mercosur. Los presidentes decidieron firmarlo. Ahora es aprobación o rechazo, y es clave que la ciudadanía lo tenga presente”, remarcó.

Un acuerdo que abre oportunidades, pero también exigencias

El exfuncionario explicó que el capítulo agropecuario del tratado no implica una liberalización plena, sino el establecimiento de cuotas. En ese esquema, advirtió que “el país que más rápido acceda a la firma de su convenio ingresa primero”, por lo que Argentina debe enfocarse en prepararse para aprovechar oportunidades, más que en reabrir discusiones ya saldadas en la negociación.

Domínguez valoró que el acuerdo contemple salvaguardas de 35 años para la industria, con mecanismos de revisión que permitan evitar perjuicios o pérdidas de empleo. Sin embargo, alertó que el nuevo escenario supone una apertura comercial “no prevista”, en la que desaparecerán barreras arancelarias que hasta ahora protegían a sectores sensibles.

“Hay innumerables observaciones al acuerdo. La Unión Europea tiene un nivel de industrialización muy superior —ocho veces mayor que Brasil y diez que Argentina—, lo que nos deja descalzados en algunos segmentos”, apuntó. En ese marco, consideró imprescindible discutir cómo proteger la industria nacional, el empleo y la cadena de valor local.

El rol de la agroindustria y la necesidad de una estrategia país

En materia agropecuaria, Domínguez señaló que Argentina deberá recalcular y diversificar su inserción en la demanda de los 27 países europeos. Planteó que será necesaria una articulación entre Cancillería, universidades y entidades del sector para convertir la apertura en una oportunidad real.

También explicó por qué la Unión Europea aceleró el acuerdo: “Básicamente por su necesidad de energía, litio y nuevos minerales requeridos por la inteligencia artificial”.

Asimismo, subrayó que Argentina necesita definir un proyecto industrial propio, en coordinación con Brasil. “Nuestra dirigencia todavía no entendió que Brasil es la plataforma natural de inserción en el mundo. La industria argentina, por sus costos logísticos y de competitividad, necesita ese mercado”, afirmó.

El vínculo con Estados Unidos y el potencial exportador de la carne

Consultado sobre la apertura del mercado estadounidense para la carne argentina, Domínguez consideró que se trata de una buena noticia. “Si pasamos de exportar 20.000 a 80.000 toneladas, es muy bueno. Argentina podría llegar al millón de toneladas exportadas, pero más que eso sería sacrificar el mercado interno”, señaló.

Sostuvo que el camino para expandir la oferta es mejorar el destete, aumentar productividad y elevar el peso de faena, y destacó que “es un momento muy bueno para la ganadería argentina”.

No obstante, advirtió que el acuerdo político con Estados Unidos se asienta sobre intereses financieros, y que Argentina compite con ese país en los mismos mercados. “La oportunidad hay que construirla: abrir mercados no debe darnos miedo, pero exige capacidad competitiva”, dijo.

Buenas prácticas, trazabilidad y el caso Córdoba

Domínguez destacó el trabajo de Córdoba en materia de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) y el rol del ministro Sergio Busso en su consolidación. Subrayó que el acuerdo con la Unión Europea exigirá certificación y trazabilidad, requisitos en los que el campo cordobés parte con ventaja.

“Hay un sector —el agropecuario— que está en condiciones de aprovechar el acuerdo. Al sector industrial le va a costar más, pero de nuevo depende de definir qué país queremos construir”, afirmó.

Retenciones y medidas recientes: “benefició a muy pocos y perjudicó a muchos”

Finalmente, Domínguez se refirió a la reciente quita temporal de retenciones, que duró apenas unas horas. “Benefició a muy pocos que tenían información y perjudicó a muchos que se quedaron con sabor a poco”, evaluó.

Cuestionó la falta de coherencia fiscal: “Los gobernadores reclaman financiamiento, pero al mismo tiempo promueven políticas de desfinanciamiento”. Y sostuvo que Argentina necesita aportes de todos los sectores, aunque sin afectar la generación de riqueza: “No se puede dañar a la gallina de los huevos de oro”.

El exministro señaló que la medida produjo un efecto colateral: que el precio de la soja se mantenga por encima del valor oficial por la necesidad de los exportadores de comprar para cumplir obligaciones. Aun así, consideró que “para los productores no fue una medida mala”.