Sobre el cierre de las facultades delegadas, el Poder Ejecutivo publicó en Boletín Oficial el Decreto 462/2025, que establece los cambios en la entidad.
Bajo el sugestivo título «El Gobierno Nacional reestructura siete organismos ineficientes», el portal oficial Argentina.gob.ar dio a conocer cómo quedarán a partir de hoy varios organismos nacionales, entre ellos el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTA).
«Se transforma al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en un organismo desconcentrado en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, para enfocarse en la innovación y la transferencia tecnológica y dejar de sostener con recursos presupuestarios un organismo sobredimensionado y orientado al extensionismo, la agricultura familiar y la agroecología», indica la información oficial.
De tal forma, el Instituto pierde su autarquía, es decir, la posibilidad de definir las decisiones estratégicas sobre cuestiones vinculadas a la prospectiva del sector agropecuario, en donde intervenían las entidades del campo y universidades nacionales. A partir de ahora, será la dependencia dirigida por Sergio Iraeta (en realidad, por Luis Caputo) la que determinará hacia donde irá el INTA y con qué recursos.
Otro tema que llama la atención es que el organismo dejará de «orientarse al extensionismo», lo que hace dudar sobre el futuro de las agencias de extensión ubicadas en distintas zonas del territorio nacional y que sirvieron para la difusión de innovaciones y procesos productivos, como la siembra directa. Dentro de esa lista está la de Villa María.
«El INTA, una de las entidades más emblemáticas del país, se desvió durante los últimos años de su propósito original, siendo utilizado como herramienta de militancia política y con un enfoque guiado por los lineamientos de la Agenda 2030 y alejado de las necesidades reales del progreso del sector agroindustrial», sostiene otro párrafo de la comunicación oficial.
El Gobierno vuelve a poner en relieve lo que entiende como utilización política del organismo -dicho en innumerables ocasiones por los funcionarios- aunque no queda claro cómo la dependencia directa a un área ejecutiva, en este caso la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, lo «inmuniza» frente a las malas prácticas.
Como también se escuchó incansablemente en los últimos días, la información difundida enfatiza la cantidad de empleados del organismo (6000), lo que adelanta un fuerte proceso de reducción de planta, luego del fracaso del retiro voluntario.
Hay un tema del que no se explaya el parte gubernamental, pero que el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, mencionó como al pasar en una entrevista mantenida anoche en el canal de televisión TN: qué pasará con las 115.000 hectáreas que posee la entidad en toda la Argentina.