Miembros del Clúster de la Alfalfa realizan gira técnica por Canadá

Continuando con la idea ver in situ la forma de trabajo y tecnologías aplicadas en países líderes del cultivo, productores y directivos de la entidad viajaron al norte del continente.

Canadá es el cuarto exportador mundial de heno, con retos o desafíos similares a los de la mayor parte de la superficie alfalfera Argentina. Por ese motivo, desde el Clúster de la Alfalfa de Córdoba organizaron un gira técnica por el país, con la intención de conocer detalles productivos y tecnológicos.

En ese sentido, el gerente del Clúster, Gastón Urrets Zavalía, comentó que la visita permitió comprender «parte de la realidad agrícola, los procesos y la estructura que tiene el sector forrajero y pecuario. La gran cantidad de granjas que se ven se justifica en que el Estado mantiene desde hace años una política de cuidado del productor y de no concentración ganadera».

Tal es así que, según señaló el directivo, «si un tambo compra otra unidad debe mantener ambas funcionando. Es así que los tambos en general tienen entre 50 y 80 vacas y los sistemas productivos en general entre 40 y 80 hectáreas. Los tambos, todos estabulados o con alimentación a corral, han reducido mucho la superficie forrajera en los últimos años en competencia por la agricultura».

Como en Argentina, los principales cultivos en Canadá son soja, maíz y trigo; también son relevantes los cultivos de cobertura, que son subsidiados. «En lo que respecta a forrajes, la superficie se ha reducido priorizándose las mezclas de alfalfa con timothy-grass y otras. En general consociados doble o triple pastura y casi siempre presentes la alfalfa y timothy», expresó Urrets Zavalía.

Añadió además que «las mezclas dan entre 3 cortes al año, al sur y 2 cortes al norte, y a medida que avanzan los cortes las gramíneas reducen su presencia (volumen) respecto a la alfalfa. Los rendimientos de estas mezclas son de 12/tn año».

Por otra parte, la comitiva también estuvo en la firma Chinook, que ofrece una solución novedosa de secado de heno a través de inyección de aire caliente mediante numerosas púas, con una capacidad de trabajo de entre 6 y 8 TN/h, adaptada a la escala de productor mediano. El equipo permite bajar entre 10 y 12 puntos de humedad.

«Sin dudas en estos viajes se aprende mucho y la vivencia es muy fuerte. Hay que decidirse y dar el salto empresario adoptando las tecnologías que vemos que funcionan y ganando visión estratégica del negocio», sostuvo Franco Daniotti, socio de la entidad y parte de la comitiva. Mientras que para Fabián Russo, presidente del Clúster, «la alfalfa de Córdoba y Argentina será un antes y un después de haber visto la disponibilidad de estas tecnologías».