El reconocido asesor Juan Lus planteó un panorama inquietante sobre la realidad de los suelos y advirtió a los productores acerca de la necesidad de planificar para revertir la situación.
«Intenté patear un poco los banquitos», sostuvo el ingeniero Juan Lus al finalizar su disertación en la Plenaria Anual del Clúster de la Alfalfa (PACA). El profesional fue convocado para hablar de fertilización en el cultivo de alfalfa y trazó una panorama no solo de suelos, sino también de las respuestas que ante ellos exhiben los productores. «En los últimos años tuvimos un nivel bestial de degradación de los suelos y eso genera un gran impacto en el potencial del cultivo», señaló al inicio de la charla.
En algunos parámetros, indicó el profesional, se observa una afectación significativa. Es el caso del PH, que muestra el nivel de acidificación del suelo. «Eso para la alfalfa es letal», sostuvo Lus, y explicó la relación entre esa situación y la oferta de nitrógeno para el cultivo, que se ve sumamente afectada. «La alfalfa tiene el mismo nivel de requerimiento de nitrógeno que cualquier otro cultivo agrícola. Para 10 toneladas de materia seca necesita lo mismo que una soja con un rendimiento potencial de 35000 kilos de grano por hectárea», afirmó. Pero eso no es todo: «La acidificación marca que los suelos se han vaciado de calcio y magnesio«.
¿Qué otros efectos en el cultivo puede generar la problemática de los suelos? Y lo más importante: ¿Qué pueden hacer los productores frente a ese escenario? Mirá la nota completa a continuación.