Maizar elaboró un informe en el que resaltó condiciones climáticas favorables y perfiles de suelo recargados para la siembra temprana del cereal.
La campaña de maíz 2025/26 ya está en marcha y desde la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) salieron a incentivar a los productores a aprovechar las características poco habituales para el maíz temprano, marcadas por perfiles de suelo excepcionalmente recargados, pronósticos climáticos neutros y condiciones económicas que fortalecen su rentabilidad.
“Con perfiles de suelo excepcionalmente recargados, un escenario climático neutro como el más probable y un contexto económico que le da un protagonismo favorable al cultivo, la campaña 2025/26 se presenta con condiciones poco habituales que invitan a analizar alternativas de manejo”, resaltó Maizar. Y destacó que “la fuerte recarga hídrica de perfiles, inusual para esta época, abre una ventana estratégica para diversificar y ampliar la siembra temprana respecto de campañas previas”.
Además, Maizar profundiza detalló que Servicio Meteorológico Nacional proyecta un 60% de probabilidad de tener un año neutro y, tras un invierno excepcionalmente húmedo, gran parte del país presenta perfiles de suelo recargados, una condición poco habitual en la región centro y centro-oeste.
“Así, nuestra mirada está puesta en acompañar a esos productores y comunidades de las regiones que están atravesando momentos difíciles por los excesos de agua, al mismo tiempo que advertimos que esta coyuntura abre en otras zonas oportunidades para encarar la siembra con mejores perspectivas”, señala la Asociación.
En concreto, las proyecciones climáticas anticipan buenas precipitaciones hasta diciembre, lo que configura un escenario atípico respecto de campañas previas.
Simulaciones realizadas en localidades como Villa María, Río Cuarto y Oncativo indicaron que los maíces sembrados con perfiles al 100% de capacidad pueden superar en alrededor de 1000 kg/ha a los sembrados con suelos recargados solo al 25%.
Sucede que el tipo y profundidad del suelo resultan determinantes: los suelos profundos y con mayor capacidad de almacenamiento permiten aprovechar mejor las condiciones actuales. A su vez, la presencia de napa freática también resulta determinante tanto para el potencial como las limitantes del ambiente, según su profundidad.
En este contexto, la siembra temprana ofrece ventajas, como aprovechar la recarga actual y las lluvias pronosticadas para primavera, reducir la incidencia de problemas sanitarios más frecuentes en siembras tardías y evitar los costos de barbechos largos hasta diciembre.
En términos económicos, el maíz temprano supera a la soja en prácticamente todo el país.
- En la Zona Núcleo, el margen neto de maíz alcanza los 264,4 dólares por hectárea, casi tres veces más que el de soja (89,3 USD/ha).
- En el norte de Córdoba, la brecha también es notoria: 165,6 USD/ha para maíz contra apenas 15,8 USD/ha para soja.
- Incluso en regiones más desafiantes como el centro de Buenos Aires, donde los márgenes se ajustan, el maíz mantiene ventajas (78,5 USD/ha vs. 72,3 USD/ha).
Esa superioridad de márgenes, que se repite en la mayoría de las regiones relevadas, refleja la oportunidad que representa el cultivo en la próxima campaña, en un contexto en el que cada decisión productiva cuenta.
En Frente a este contexto, la entidad menciona tres razones que vuelven a la campaña de maíz temprano especialmente atractiva:
- Mayor estabilidad y seguridad productiva. Arrancar con perfiles cargados asegura, en promedio, techos de rendimiento 1.000 kg/ha más altos y brinda al productor una tranquilidad clave: más rinde, menos riesgo.
- Posibilidad de capturar mejores precios. Si bien la brecha actual de futuros abril–julio luce acotada, la historia demuestra que este diferencial es móvil. Anticiparse con maíz temprano permite estar mejor posicionado ante eventuales mejoras de precios.
- Más eficiencia agronómica en este contexto. El maíz temprano implica menos días de cultivo expuesto en el campo, menor presión de plagas y de enfermedades complejas de tardíos, y mayor compatibilidad con esquemas de rotación y márgenes frente a otros cultivos de gruesa.