Se espera que mayo cierre con precipitaciones en gran parte de la región núcleo lo que, según la Bolsa de Comercio de Rosario, generaría otro escenario para el cultivo.
La producción y el país aguardan por el fin de la interminable sequía. Y aunque todavía el cambio de tendencia se hace esperar, los pronósticos indican que mayo cerraría con lluvias en gran parte de la región núcleo de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Y eso modifica el escenario del principal cultivo de invierno.
La Bolsa de Comercio de Rosario indicó que hasta «hace una semana atrás, la foto para las intenciones de trigo mostraban una caída en la siembra del 50% con respecto al año pasado. El productor necesita sembrar, pero no hay agua suficiente en los perfiles. Si abril hubiese cumplido con la media (120 mm) de lluvias y mayo acompañado con pronósticos de tormentas, se estaría ante la proyección de una siembra récord, con casi 2 millones de hectáreas como intención para el ciclo 2023/24».
La entidad señaló que en abril las precipitaciones fueron del 30% del promedio histórico, lo que genera incertidumbre en torno a las posibilidades del cultivo. Pero sobre el cierre de mayo, según el consultor Alfredo Elorriaga -citado por la BCR- , se esperan «por lo menos 20 mm y la cobertura alcanzaría al 60 o 70 % de la región pampeana».
De mejorarse el perfil de humedad, habrá que aguardar su impacto en la decisiones productivas.