La siembra de los cultivos de verano continúa avanzando en Argentina, con importantes ajustes en las proyecciones de superficie debido a factores climáticos y económicos. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires detalla la situación y sus implicancias para la campaña 2024/25.
La campaña agrícola 2024/25 sigue su curso con avances significativos en la siembra de soja y maíz, aunque no exentos de ajustes en las proyecciones de superficie. Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de soja alcanzó el 84,6% de la superficie proyectada a nivel nacional, un adelanto de 6,1 puntos porcentuales en comparación con la campaña anterior. No obstante, se ha realizado una corrección en las estimaciones, reduciendo en 200.000 hectáreas la superficie destinada a este cultivo, quedando la proyección final en 18,4 millones de hectáreas, lo que representa un aumento del 6,4% respecto a 2023/24.
Este ajuste responde a los márgenes ajustados que han favorecido la elección de cultivos alternativos en algunas zonas del país. La siembra se concentra principalmente en el norte del área agrícola, donde el 93% de la soja presenta una condición de cultivo entre normal y buena, con una leve disminución de 3 puntos porcentuales respecto al informe anterior. En cuanto al avance de la soja de primera, el 90% de la superficie ya se encuentra implantada, y el 20% ha iniciado los estadios reproductivos, especialmente en las zonas con buenas condiciones de humedad. En paralelo, la soja de segunda cubre casi el 70% del área proyectada, con un buen desarrollo en los núcleos productivos.
Por otro lado, la siembra de maíz con destino grano avanza rápidamente, con un progreso de 13,3 puntos porcentuales en los últimos siete días, alcanzando el 80,9% de la superficie proyectada. Sin embargo, las estimaciones para este cultivo también se han ajustado al alza en 300.000 hectáreas, lo que eleva la proyección final a 6,6 millones de hectáreas, aunque esta cifra sigue representando una reducción del 16,5% respecto a la campaña pasada. Las revisiones más significativas se realizaron en la zona núcleo y el norte de Córdoba, mientras que en el NEA y el sur de Córdoba se han reducido las expectativas de siembra.
A nivel reproductivo, el 30% del maíz ya se encuentra en períodos críticos, con una condición que se mantiene entre normal y excelente en el 97,1% de las áreas analizadas, lo que sugiere un panorama positivo para este cultivo, aunque con una ligera caída en comparación con la semana previa.
En el caso del girasol, la situación también es favorable. El 100% del área sembrada se encuentra en condiciones normales a excelentes, a pesar de la disminución en la oferta hídrica. Un 19,6% del girasol ha comenzado la floración y se espera un rendimiento por encima del promedio, mientras que el 80,4% restante continúa en etapas de expansión foliar y botón floral, con muy buenas perspectivas si se reactivan las lluvias en las próximas semanas.
Por último, la cosecha de trigo avanza al 88,5% de la superficie apta, con rendimientos que siguen mejorando a medida que progresa la recolección en las zonas del sur del área agrícola. Aunque los rendimientos en el Sudeste Bonaerense siguen siendo inferiores a los previstos, el promedio general se sitúa en 29,9 quintales por hectárea. En cuanto a la cebada, la cosecha supera los ritmos de campañas anteriores, alcanzando un 71,2% de la superficie apta, con un rendimiento promedio de 38,8 qq/Ha.
El informe de la Bolsa de Cereales destaca que, aunque las condiciones son en su mayoría favorables, la evolución de las lluvias será clave para sostener el desarrollo de los cultivos durante las etapas críticas de llenado de grano, especialmente para el girasol y maíz. En este contexto, el monitoreo constante de las condiciones climáticas será esencial para determinar el volumen final de producción.
La campaña agrícola 2024/25 en Argentina continúa con pronósticos mixtos, pero con un avance general positivo en la siembra y condiciones favorables para la mayoría de los cultivos, a pesar de las fluctuaciones en las proyecciones de superficie y las condiciones climáticas variables.