El semáforo de Coninagro indicó que 6 de las 19 economías regionales se encuentran en estado de crisis, mientras que bovino, porcino, ovinos y aves atraviesan una buena situación.
La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) difundió su semáforo de economías regionales en el que realiza un relevamiento de 19 actividades productivas de la Argentina, correspondiente al mes de septiembre. De ese total, 6 se encuentran en un estado de crisis o mostrando signos críticos, 8 marcan una señal de advertencia, y 5 de ellas están en buen estado.
Las actividades en rojo incluyen yerba mate, arroz, papa, vino y mosto, hortalizas y algodón. El principal factor de que estas economías estén en rojo está signado particularmente por el componente negocio de su actividad, con precios que han ido a la baja en términos reales o se atrasaron significativamente respecto a la inflación y los costos que se han incrementado, afectando seriamente la rentabilidad.
En el extremo opuesto, el verde continúa siendo para la ganadería bovina, porcina y ovina, avícola y se le suma los granos. En estos sectores, la mejora en el componente negocio se visualiza una mejora sostenida, ya que los precios evolucionaron por encima de la inflación Acompañado de mejoras en el componente productivo y de mercado.
En amarillo se ubican las 9 actividades restantes, que no han evidenciado una evolución marcadamente positiva ni negativa en los tres componentes que se relevan en el semáforo: componente negocio (precios y costos), componente productivo (área y producción) y componente mercado (exportaciones, importaciones y consumo). Estas incluyen a sectores como, cítricos dulces, forestal, leche, mandioca, maní, miel, tabaco, peras y manzana.
En cuanto al marco internacional, entre enero y septiembre de 2025, las 19 actividades productivas agropecuarias y economías regionales relevadas en este informe registraron exportaciones por U$S 43.300 millones, lo que implica un aumento del 60% respecto al mismo periodo del promedio histórico de los últimos 10 años (U$S 27.000 millones).
La estructura exportadora evidencia una elevada concentración donde el 77% de los ingresos provino de los complejos granarios (soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo), mientras que el 9% correspondió al sector bovino. El 15% restante, equivalente a unos U$S 4.000 millones, fue aportado por el conjunto de las demás economías regionales.
En el mismo período, las importaciones totalizaron en promedio U$S 2.300 millones. De este monto, el 73% estuvo vinculado a compras externas del complejo granario, seguido por la actividad forestal con el 9%, el sector porcino con el 4% y el algodón con el 3%. El 11% restante se distribuyó entre otras economías de menor incidencia.
En cuanto al ranking de crecimiento exportador, el sector tabacalero encabeza la expansión con exportaciones por U$S 437 millones, lo que representa un incremento del 301% respecto del promedio histórico 2016-2024. Le sigue el arroz, con ventas externas por U$S 341 millones, un 171% por encima del promedio de los últimos años (U$S 126 millones). En tercer lugar, se posiciona el complejo lácteo, que alcanzó US$ 1.314 millones, lo que implica un crecimiento del 135% frente a los U$S 559 millones del promedio 2016-2024.
En contraste, la única actividad que registró una caída significativa fue la avícola, con exportaciones por U$S 67,6 millones, lo que representa una disminución del 65% respecto del promedio histórico de U$S 195 millones.
En materia de importaciones, tres actividades duplicaron o más sus compras externas en relación con el promedio de los últimos años. Lideró el ranking el maní, cuyas importaciones aumentaron un 140%, pero con valores insignificantes que pasaron de U$S 720 mil a U$S 1,7 millones. Le siguieron los cítricos dulces, con importaciones por U$S 17,8 millones y una suba del 106%, y la vitivinicultura, que registró U$S 32,8 millones, el doble del promedio histórico. También se verificaron incrementos significativos en los sectores bovino y porcino, con aumentos del 97% y 83%, respectivamente.
En el otro extremo, las mayores caídas de importaciones se observaron en papa, con una reducción del 52% (U$S 7,7 millones frente a U$S 16 millones promedio), seguida por hortalizas, con una baja del 50% (U$S 12,2 millones frente a U$S 24 millones), y la apicultura, que retrocedió un 45%, pasando de U$S 80 mil a U$S 50 mil.